Objetivo: Convertir una situación de crisis territorial en una oportunidad para repensar, en común, qué tipo de actividad económica, identidad compartida y estrategia de futuro podía construirse desde un enfoque colaborativo. El objetivo era activar una visión territorial compartida, no como suma de municipios, sino como un espacio con capacidad de rediseñar su modelo productivo desde sus raíces y hacia un futuro sostenible.

Proceso:

• Análisis previo: Recogimos información clave sobre el contexto, las capacidades locales y las consecuencias del escenario de crisis. Definimos indicadores compartidos y dimos pautas para que cada municipio aportara información significativa.
• Sesiones estructuradas con metodología propia: Facilitamos encuentros entre los municipios usando una metodología en embudo: partiendo de un mapa colectivo de situación, identificamos focos de continuidad, donde innovar, y de innovación como nueva oportunidad, que luego se transformaron en objetivos abordables y priorizados por el conjunto de actores implicados.
• Criterios de efectividad real: Durante todo el proceso se valoraron condicionantes locales (económicos, ambientales, sociales) para asegurar que las soluciones propuestas fueran realistas, sostenibles y alineadas con las capacidades del territorio.

Resultados:

• Una hoja de ruta territorial compartida construida entre municipios con visión a corto y medio plazo.
• Identificación de focos estratégicos con potencial tractor, priorizados con criterios de impacto.
• Activación de una visión común que trasciende el municipalismo y refuerza la identidad territorial.
• Generación de bases para convertir el territorio en un espacio de atracción de talento emprendedor y empresarial.

Un proceso innovador que puede ser utilizado por el territorio por su planteamiento metodológico, su gobernanza colaborativa y su capacidad de alinear actores diversos.