La metodología para la implementación de las ZBE consistente en la monitorización y seguimiento de la calidad del aire demuestra que los planes estratégicos implementados, tanto locales como regionales, están dando resultado. Es lo que se extrae del borrador del Plan Estratégico de Calidad del Aire del Principado de Asturias (PECAPA) 2023-2030 que la Consejería de Administración Autonómica, Medio Ambiente y Cambio Climático ha tramitado a información pública la primera semana de febrero, y cuyo anuncio ha publicado el Gobierno de Asturias en el Boletín Oficial del Principado (BOPA), abriendo el plazo de un mes para presentar alegaciones y observaciones. 

Las mediciones de la calidad del aire están dentro de los parámetros objetivos. 

Los datos obtenidos de la medición, modelización y análisis posterior descritos en el plan reflejan que, en estos momentos, “todas las estaciones representativas que conforman la red de control de la calidad del aire registran datos por debajo de los valores límites legales u objetivo establecidos en la normativa para todos los contaminantes atmosféricos” según detalla el Principado de Asturias.

El documento que fue elaborado en el marco de la lucha contra la contaminación del aire en las comunidades y del cambio climático también incluye “un diagnóstico basado en las proyecciones que resultan de trasladar a Asturias las medidas adoptadas a nivel estatal en diferentes planes y programas con horizonte en 2025 y 2030, y efectúa una modelización del impacto que tendrían en la calidad del aire las reducciones proyectadas”.

El objetivo adoptado desde el Principado es aproximarse a los valores recomendados por la OMS, por eso en este plan proponen 97 medidas, a través de 23 líneas de actuación, agrupadas en 4 programas sectoriales y 3 de carácter transversal.

La aplicación de las zonas de bajas emisiones es efectiva 

Los proyectos de aplicación de la ZBE demuestran que la calidad del aire ha mejorado en muchas comunidades. Los organismos locales están consiguiendo cumplir con los objetivos establecidos por la normativa vigente, (RD 1052/2022), aproximándose a los valores recomendados de la OMS. Muchas ciudades también están obteniendo buenos resultados del seguimiento, implementación y propuesta de mejora del plan de las ZBEs. Todo ello con el objetivo común de contribuir a mejorar la calidad del aire y mitigar el cambio climático, resultando en una mejora de la salud de la ciudadanía y la calidad de vida urbana.