Y sin darnos cuenta, los términos Fondos NEXT o PRTR ocupaban parte de nuestros discursos diarios a los que ya se sumaban otros términos como los PERTES. Todos estos conceptos se acompañaban  de millones de euros, tanto para el sector privado como para el público, que  proponían acciones e iniciativas para esa  recuperación prometida por los Fondos  NEXT. Unos Fondos que en el verano de  2021 empezaron, acompañados de esos  términos, a convertirse en convocatorias y miles de letras recogidas en los Boletines del Estado con unos plazos de solicitud casi fugaces. 

Actualmente, se han publicado numerosas convocatorias para el sector público y  privado, en las cuales las entidades públicas, se han enfocado en la revitalización del comercio y edificios, el impulso de la transformación digital o la mejora de la eficiencia energética, incluyendo la recuperación del turismo como sector clave para el desarrollo socioeconómico nacional. 

Hacer una parada en las mismas supondría ocupar todas las líneas de este Informe de Turismo. Pero entre todas las convocatorias de este artículo quería hacer una mención a los Planes de Sostenibilidad Turística en Destino (PTSD), un término ya integrado en cualquiera que  pertenezca al sector turístico.  

Desde la convocatoria de finales de 2021 hasta nuestros días, tres han sido las convocatorias extraordinarias para impulsar el turismo bajo la figura de los PSTD, que en términos numéricos no dejan indiferente a nadie, con 517 proyectos y más de 1.680 millones de euros. 

Otro dato que tampoco deja indiferente, o más bien que alarma, es el grado de ejecución, pues no llega a rozar ni el 10%, ya que a 31 de diciembre de 2024 ha de convertirse en un 50% para los planes de 2021, un 35% para los del año 2022 y un 15% para los planes de 2023. 

Analizando los datos no parece que la ejecución esté resultando fácil, o al menos no es ese el reflejo. ¿Qué está ocurriendo? ¿Son los PSTD una oportunidad o una  amenaza para el territorio? ¿Y la industria está preparada para dar una respuesta ágil? El tiempo, sin duda, parece jugar en contra. 

Desde la visión de la ciudad, todos los que trabajamos por el futuro de estas, coincidimos  en que los PSTD son verdaderos proyectos integrales que van a mejorar los destinos con  la digitalización, el cuidado del medioambiente, la lucha frente al cambio climático, la  sostenibilidad y la competitividad del sector bajo una visión estratégica. Si miramos los datos, concretamente el grado de ejecución, la balanza cae hacia el lado contrario, es decir, parece que lo más sensato es dejar a un lado la ejecución y apostar por nuevas oportunidades. 

“Cooperación y cogobernanza, dicho de otro modo, sumar y colocar a los actores clave, en aquello que mejor saben hacer.” 

¿Pero realmente alguno de los beneficiarios (ciudades, diputaciones, consorcios, mancomunidades) pueden dar la espalda a tantos millones de euros, y más aún, al turismo?  

La respuesta es un NO rotundo. 

¿Pero cómo podemos lograr el éxito después de unos resultados de EDUSI que no han  supuesto una gran satisfacción para el territorio?  

La respuesta es clara, cooperación y cogobernanza, dicho de otro modo, sumar y colocar a los actores clave en aquello que mejor saben hacer. Los beneficiarios ya han definido sus voluntades y ahora les toca plasmarlo en los papeles, los tan temidos pliegos. Por lo que ahora, es el turno de la industria, de la academia, y de los productos y servicios. Y cómo no, de la ciudadanía que mira expectante el resultado. 

Verónica Ramírez. Directora Operaciones Smart City Cluster

Artículo extraído del informe que ha elaborado la empresa Open-Ideas.