El sistema económico actual está basado en un modelo de crecimiento que depende fuertemente del consumo de materias primas. Este modelo lineal consistente en “coger – usar – tirar” ha tenido como consecuencia una presión excesiva sobre el medio ambiente que ha llevado a alguna de las manifestaciones más graves de la crisis ambiental que estamos sufriendo, como el cambio climático o la pérdida de biodiversidad.

Para contrarrestar estos efectos, es necesario encontrar nuevos modelos económicos en los que el uso de materias primas esté desacoplado del crecimiento económico, dando tiempo a estos recursos a regenerarse sin necesidad de frenar el mencionado crecimiento. En este contexto, la Economía Circular surge como una nueva forma de entender la economía que se basa en tres principios fundamentales:

• Diseñar eliminando en la medida de lo posible los residuos y la polución.
• Mantener los productos y los materiales en circulación el mayor tiempo posible.
• Regenerar los sistemas naturales.

En el ámbito industrial, la Economía Circular tiene aplicaciones a muchos niveles, siendo la simbiosis industrial uno de los más exitosos. Este concepto refleja las conexiones simbióticas existentes entre empresas que tradicionalmente operan de manera independiente, que se basan en el intercambio o uso compartido de recursos (materiales, agua o energía). La simbiosis industrial ha demostrado su eficacia en la reducción de las necesidades de materiales, la disminución de las pérdidas de energía, en la mejora económica de las empresas así como en la mejora de la huella ecológica de los procesos industriales y en la adopción de la eco-innovación; creando valor añadido para los actores involucrados.

El proyecto SIMBIOPARK, desarrollado por el Smart City Cluster con el apoyo del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio en el marco de la Convocatoria Extraordinaria de Ayudas a las Agrupaciones Empresariales Innovadoras 2021 (AEI), en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, consiste en un estudio de viabilidad que permita diseñar y testear una metodología que ayude, una vez consolidada, a desarrollar proyectos de simbiosis industrial en parques tecnológicos e industriales.

Esto implica la identificación de ciclos de materiales, agua y energía entre las empresas ubicadas en estos espacios, así como su optimización. En principio, este tipo de iniciativas puede aplicarse a cualquier entorno industrial en el que haya flujos de recursos de los que extraer valor, con lo que desarrollar una metodología como la que se propone representa una oportunidad de generar un impacto muy positivo en la eficiencia económica y medioambiental de los parques tecnológicos e industriales españoles, que además tiene la posibilidad de ampliarse fuera de estos entornos al ser posible escalar los ciclos que se cierren para incorporar, por ejemplo, a entidades ubicadas en ciudades u otros parques próximos.