El Foro Greencities 2024 acogió una mesa de debate en la que se habló de cómo tienen que llevarse a cabo las iniciativas para que los municipios caminen hacia la transición ecogológica.

Bajo el título “La Transferencia de Conocimiento para Transición Verde de las Ciudades”, participaron en ella Elisa Rivera, directora general de Planificación, Coordinación y Transferencia de Conocimiento del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades; Carles Ruiz, presidente de la Red Innpulso y alcalde de Viladecans; Patricia Molina, directora de Ciudades, Territorio y Mediambiente en Tecnalia; Débora Domingo, vicerrectora de Desarrollo Sostenible de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) y Daniel González-Bootello, presidente de Cluster.es.

Rivera centró la conversación en que “solo si los diferentes actores se apropian del reto, se le podrá hacer frente”, a la vez que admitió que, en ocasiones, “el marco regulatorio puede ser un corsé para la innovación, pero por ejemplo los sandbox permiten ir más allá”. Además, animó a todos a utilizar las misiones y los PERTEs para lograr una gobernanza “mucho más coordinada”.

Por su parte, Ruiz también profundizó en la “colaboración para avanzar y el liderazgo para actuar”, recordó la necesidad de “mantener la estrategia de transición ecología a nivel país y crear nuevos modelos de financiación que permitan a los ayuntamientos aprobar nuevos sandbox para no chocar con la normativa”.

Molina resaltó la bondad de investigar a través de una “visión integral de todo el conocimiento para escalarlo a las ciudades: una visión multidimensional que incluya la aceptación social”. Y también abundó nuevos marcos regulatorios para “proteger el riesgo que supone innovar”. La importancia de la cultura y la formación: dinamismo en la capacitación que trabajan en la administración.

En este contexto, Domingo apostó por “llevar el debate a la ciudad para tener espacios seguros de experimentación” y puso ejemplo el propio campus de la UPV como espacio piloto. Y, además de pedir marcos regulatorios más flexibles, pidió a las administraciones “no tener miedo del ensayo-error que supone la innovación”.

Por último, González Bootello invitó a generalizar el estudio de las leyes ya en vigor, “que ofrecen muchas más oportunidades de las que actualmente no se utilizan” y dejó claro que, ante las dificultades de la pyme para innovar, “los clústeres tienen la capilaridad necesaria para centrar todas las piezas de la innovación e implicar a cada actor”. Para finalizar, pidió todo el esfuerzo posible a las administraciones para identificar los problemas más comunes que lastran la tramitación de los proyectos de innovación”.