La flexibilidad energética es la capacidad de modificar la demanda de un edificio o instalación a partir de las señales/informaciones proporcionadas por el mercado (como, por ejemplo, precios) o por su agregador independiente. Actualmente, la flexibilidad energética está basada fundamentalmente en el control de la producción renovable (principalmente a través de convertidores de potencia multinivel), baterías eléctricas o equipos que se pueden conectar y desconectar sin ocasionar molestias a los usuarios.

El consumo energético se concentra fundamentalmente en los edificios, a lo que se une el hecho de que más de la mitad del consumo en los mismos se debe a la climatización e iluminación, lo que los convierte en las fuentes de consumo energético con mayor potencial para proporcionar flexibilidad al sistema eléctrico, aunque actualmente no existen soluciones que permitan integrarlos en los mercados de balance.

En este contexto, los edificios pueden ser considerados como volúmenes de almacenamiento energético que junto con el control inteligente de sus instalaciones de climatización permitirían gestionar el consumo energético y, por tanto, su flexibilidad y ponerla a disposición de los agregadores. Cuanto mayor sea el volumen de un edificio, mayor será su inercia térmica y su flexibilidad energética. Por ejemplo, en condiciones de invierno, si el mercado eléctrico solicita que una cantidad de energía debe ser liberada en un plazo de 2 horas y durante 30 minutos, un sistema de gestión de la flexibilidad energética podría decidir aumentar la temperatura del edificio ligeramente para desconectar cuando se ha previsto de forma que no afecte al confort de los usuarios y a la seguridad de los equipos en la ventana de tiempo determinada.

El concepto FLEXENER se basa en la computación cloud y edge, donde los servicios de estimación y gestión de la flexibilidad se articulan desde la cloud y la interoperabilidad con los sistemas existentes y control se realiza mediante edge. Las capas de ciberseguridad se extienden por toda la arquitectura y la plataforma de datos es compartida de forma temporal entre ambos enfoques. El rendimiento de esta solución es favorable para un cliente concreto y permite establecer un grado de seguridad elevado. Sin embargo, la escalabilidad de la agregación continúa siendo un reto en coste y en transmisión de datos, ya que la gestión de
múltiples clientes que envían datos de forma simultánea requiere de almacenamiento cloud y de conexiones a internet que puede llegar a ser muy costosas y no compensar los beneficios económicos de participar en mercados locales de flexibilidad.

FLEXENER 2 continúa los desarrollos y enfoques del proyecto anterior, pero explorando la alternativa de servidores fog que permiten reducir la latencia, los costes de energía y almacenamiento y mejorar la congestión de la red de datos. En dicho servidor, se desarrollará un gemelo digital del cliente que permitirá obtener los cálculos y estimaciones necesarias de flexibilidad energética sin necesidad de tener una conexión permanente con los mismos, de
forma que el sistema puede seguir operando y elaborando órdenes en todo momento para optimizar y gestionar la flexibilidad. De esta forma, tampoco resulta necesario que toda la información esté centralizada en el cloud o edge, sino que se establece una gestión óptima de los recursos de comunicación y computación entre ambos entornos.

El proyecto FLEXENER 2 ha sido aprobado dentro de la línea de Proyectos de Tecnologías Digitales de la Convocatoria de Ayudas a las Agrupaciones Empresariales Innovadoras 2022b (AEI) concedida a Smart City Cluster por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio del Gobierno de España.